Maldita sea, no tengo otra ocupación que recordarte, no tengo nada que hacer, absolutamente nada, y como no tengo nada con que ocupar la cabeza que hago? La ocupo contigo, que buena solución! Pues no! Lo único que tengo que hacer es olvidarte, expulsarte de la cabeza y no dejarte entrar, pero parece que mi estúpido corazón no está por la labor de colaborar, mi cabeza intenta no pensarte mientras él, no hace más que latir y desesperarse cada vez que algo le hace recordarlo, y claro, no son pocas las veces asique hace que la pobre cabeza se vuelva loca intentando ignorar esos latidos que son como chillidos desesperados, y como así no se puede vivir pues se rinde y lo recuerda, y no me da la gana! Así que muy claro te lo dejo corazón, o dejas que la cabeza haga su trabajo y lo quite de mi cabeza, o ambos vais a sufrir nuevamente.
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