Todo va bien, perfectamente, incluso se podría decir. Estás sentado a mi lado, demasiado cerca puntualizando, rozándome con tu brazo. Y todo iba bien… todo iba bien hasta que una caprichosa ráfaga de aire te rozo suavemente, con un tacto casi imperceptible para ti y condujo hacia mi todo tu aroma, y con él, recuerdos forzados a quedar en el olvido. Recuerdos tan vivos ahora, y es que hacía demasiado tiempo que no disfrutaba de esa fragancia como meses atrás había hecho. Como olvidarme de ti, como hacer que desaparezcas por completo, si cada vez que consigo que te vallas hasta el aire se empeña en que regreses.
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