Existen momentos en los que sientes que nada va a ir peor de
lo que ya va, quizás éste sea uno de ellos.
La impotencia invade todo mi cuerpo ante tu incomprensión.
Me llena de coraje pensar que cada palabra que pronunció nos aleja un paso más.
Un paso que no tendrá retorno. No hay más vuelta atrás y esto no deja de
empeorar. Ya no siento tus manos, ni respiro tu aliento, ya ni si quiera veo tu
sonrisa. Dónde está?
Volvamos al pasado, solo durante unos segundos, vamos a
fingir que nada de esto ha sucedido. Que solo quiero tener tus brazos
rodeándome la cintura y tu sonrisa a quema ropa en mis labios. No es demasiado
pedir, verdad?