Hoy, déjate caer en mis brazos y olvida que hay un mañana esperando que respondas.
Hoy olvídate de que todo lo que está a tu alrededor está mal, de que nada es como tu quieres, deja de lamentarte por un momento, de disculparte y echarle la culpa a otros de lo que no funciona, quizás no sea tu culpa, pero es tu responsabilidad.
Nadie debe sacarte las castañas del fuego, nadie tiene que recogerte cada vez que caigas, está bien, sí, está fenomenal, es totalmente reconfortante tener alguien que esté ahí en todo momento, salvándote de los peligros, pero no es lo que necesitas, lo necesario es tener gente que te quiera y que te sepan enseñar a hacer las cosas por ti mismo, porque tarde o temprano ellos no estarán, si solo se limitan a hacerte las cosas, cuando no estén, como las harás tú si nadie te ha enseñado?
Nadie nace aprendido, y eso es una realidad inescrutable, pero tienes que aprender, nadie va a aprender por ti, si tú no lo haces, si no pones tu empeño en hacerlo, entonces quién lo hará? Nadie, y eso si será tu culpa, al final será tu culpa que las cosas vallan mal, porque no sabrás enfrentarte a la realidad, no sabrás buscarte la vida, no sabrás seguir adelante, las cosas no son fáciles, y nadie lo niega, pero que no sean fáciles no es escusa para dejar de intentarlo, el que la sigue la consigue, y eso es una verdad absoluta. Si a la primera de cambio te rindes, entonces de que te ha servido el esfuerzo, entonces para que has estado todo ese tiempo intentándolo, al final, para nada.