Porque puedo volver a comenzar...

Llegó la hora de cambiar, de ponerle freno a esta locura, a este descontrol. Ahora calma, tranquilidad y paciencia, es tan fácil decirlo que presiento no va a ser tan fácil de llevar a la práctica. Tan acostumbrada a una vida acomodada, hija única, la princesita de papá podría decirse, tan cerca de ser una de tantas niñas mimadas que consiguen lo que quieren que simples llantos (yo por otra parte me decantaba por las súplicas rozando la insistencia pura), viviendo en un castillo de juguete que habían creado a mi alrededor con la única función de alejarme de la realidad, alejarme tanto que, en el momento que me tuviera que enfrentar a ella, no sabría a que me enfrentaba en absoluto, y ese momento es ahora. Es la hora de la verdad, ese castillito tiene que ser destruido y yo tengo que ser la que lo derrumbe junto con la burbuja de cristal que me rodean, cuanto más tarde en hacerlo peor serán las consecuencias, así que basta ya, se acabó de lamentarme de mi misma, de pedir, suplicar e intentar convencer a los demás, si quiero algo, tendré que lograrlo por mi misma, tendré que ser yo la que me lo gané con mi sudor y demostrar quién soy y de lo que soy capaz, porque si yo creo en mí, solo hace falta tiempo y oportunidades para que los demás también lo hagan, pero nada de esperar a que esas oportunidades vengan a mi, basta de aguardar la inspiración divina que no aparecerá, tengo que moverme, buscar y rebuscar, porque esa es la única manera de encontrar, de alcanzar lo que deseo, y para eso lo único que necesito son ganas, y de esas me sobran, estoy rebosante de ganas de avanzar, de ser yo la que de el primer paso, de no tener que depender de nadie, de ser totalmente independiente en todo lo que me sea posible, de dejar de preocuparme únicamente por como lleve el pelo o por la manera en la que me convine la ropa, eso se acabó desde este mismo instante, y eso no significa para nada que valla como un trapo eh, que nadie se equivoque, nada de llegar a extremos lamentables, sino que hay cosas más importantes, y en este momento mis prioridades son madurar y poder ser independiente, cuidar de mi misma, y valla si lo voy a conseguir, claro que sí, desde hoy, seré una persona nueva, nueva y mejor!

Y de pronto suena esa canción, que no es, ni por asomo la canción más triste que he escuchado, pero por alguna razón, es tan especial, y me recuerda, tantos momentos, tantas ilusiones… Sin previo aviso, mi alma se derrumba sin dejarme apenas mantener la compostura, las lágrimas se precipitan por mis mejillas, y me siento tan triste, tanta nostalgia. Y todo por esa canción!

Y me haces reflexionar sobre mis actos, sobre mis pensamientos e incluso sobre mis sentimientos. Tu comportamiento no ayuda en absoluto a nada. Haces siempre lo que te da la gana sin tener en cuenta a los demás. Sinceramente me da un poco de pena que hayas cambiado tanto y que te comportes como un niño egoísta y caprichoso, pero las cosas son así, la gente cambia, para bien o para mal, pero cambia para no volver jamás a ser los que eran.

Y sabes que es lo peor de todo, que me mentiste, que confiaba ciegamente en ti, hubiera dejado mi vida en tus manos y tú lo sabías, sabías lo importante que era para mi la sinceridad, y todo eso te dio igual, hiciste lo que mejor sabes hacer, largarte cuando las cosas no te gustaban. Y sabes que es lo que más me duele, que en el fondo yo lo sabía, solo que prefería hacerme la tonta y pasarlo todo como si nada sucediese, y así me veo ahora, lamentándome por mis errores. Y sinceramente no me parece justo, me siento tan estúpida, aquí, intentando con todas mis fuerzas olvidarte, seguir adelante cuando tú ya llevas tiempo haciéndolo, pero eso es lo que nos hace diferentes. Tú olvidas demasiado rápido, yo demasiado despacio. Tú no sabes lo que es la sinceridad y para mí es lo más importante.

Y sabes que? Me encantan las casualidades! Me encanta estar haciendo cualquier cosa sin sentido alguno y de pronto verte, y después mirarte fijamente, pero sin acercarme, simplemente contemplando todos y cada uno de tus detalles, desnudándote cuidadosamente con la mirada. Y tal vez, te acerques, pero solo tal vez, y en ese caso me ruborizaré todavía más, sin poder evitarlo y esbozaré una sonrisa, que intentaré no delate mi tremenda satisfacción de tenerte cerca, de poder observarte a la perfección sin perderme cualquier detalle que a la distancia pudiera pasar desapercibido.

No me atrevo a preguntar, porque en el fondo sé perfectamente que es lo que va a pasar. Sé que te vas a ir, no escondas más la verdad, ya se acabó, puedes dar la cara, dímelo sin más, no habrá reproches, no montaré ningún drama, lo aceptaré, a mi manera, pero lo haré, no te molestaré, aunque no lo entienda, aunque me muera por dentro, aunque sufra, llore y me desgarre, no diré nada, simplemente desapareceré. Se acabó mi tiempo, ahora es demasiado tarde para lamentarse, seguramente he hecho tantas cosas mal, o no, solo tú sabes tus motivos, y yo no te los preguntaré, no quiero escuchar que no es por mí, que es por ti, prefiero desaparecer sin más, no quiero arriesgarme a escuchar que no me amas, no podría soportarlo.

Tú sigues aquí y yo estoy mejor que nunca, no me puedo imaginar las cosas de otra manera. Ahora todo encaja, eres simplemente como la pieza de un puzzle, exactamente la última pieza para completarlo, y ahora las cosas se muestran así, como un puzzle completo, uno que se ve perfecto una vez terminado, uno al que no le falta nada para brillar, simplemente un buen puzzle con ya todas sus piezas. Y por nada del mundo esa pieza puede perderse, desaparecer, o volver al sitio en dónde estaba antes ya que ese es su lugar, ocupando ese espacio, ese al que pertenece, ese que será siempre su casa, su punto de partida, su principio, y su final.

Que hoy sé que será mejor que mañana y peor que ayer, pero eso es bueno, solo significa que las cosas mejoran día a día, que las ganas de vivir aumentan, que el flujo de la sangre corre por mis venas a una velocidad más elevada que nunca, que no me faltan ganas de nada, y de lo que menos de ti, que todo lo que quiero es contigo, de tu mano, agarrándola demasiado fuerte, para que sepan que eres mío, para que sepan que no te voy a dejar escapar, que no te vas a alejar de mí ni siquiera dos centímetros.

Que hoy sea peor que ayer, sin duda, es una gran noticia.

Ese dulce olor primaveral tan suave y aromático inunda toda mi mente, siendo del todo sincera no toda mi mente, ya que hay una parte reservada a ti, nadie tiene permiso para entrar, absolutamente nadie, es tu lugar, tu sitio, ahí es dónde permaneces cada segundo de mi vida, cada momento estás ahí inmutable, nadie te perturba porque nadie se atreve a llegar a ese sitio tan escondido de mi corazón, está tan completamente reservado para ti, tan cerrado que jamás podrá entrar ni salir nadie.

Estar en la calle con un día tan estupendo debería ser algo por lo que dar las gracias, pero al contrario de los demás, yo tengo algo más importante por lo que darlas, y no tengo intención de cosificarte asique sería más correcto decir alguien, eres como un regalo, un milagro de dios. Lo pienso detenidamente cada día, algunos más y otros menos, pero no existe día en el que no me pare a pensar la suerte que tengo de tenerte a mi lado, de poder disfrutar de ti. En cuanto tengo un segundo y una imagen inunda mi mente, nunca falla, infalible aparece tu precioso rostro, tan lleno de vitalidad como siempre, es perfecto, una perfección inalcanzable. Ahora pienso en ti, no puedo sacarte de mi cabeza, recuerdo cada momento a tu lado, están totalmente guardados bajo llave de modo que nadie los pueda perturbar de ninguna forma, recuerdo la sensación que recorre mi cuerpo cuando me besas, ahora mismo un escalofrío recorre mi piel, y te aseguro que no es a causa de frío. Mi mente recorre libre tus recuerdos y llega hasta tus abrazos, toda esa cantidad de abrazos que me das siempre y que me fascinan, está el abrazo de oso, que como su nombre indica, es en el que me agarras como si de un oso se tratase y me achuchas fuertemente como si pensases que me voy a escapar si me dejas respirar; también está el abrazo meloso, que es ese en el cual colocas tus brazos alrededor de mi cintura dulcemente, y haces que apoye mi cabeza en tus hombros, es tan reconfortante ese abrazo, no quiero decantarme por uno, no quiero decir que me gusta más que los demás porque todos me chiflan, pero en esos momentos me siento tan bien, tan segura, tan libre de todo, que me gustaría quedarme así para siempre; luego están esos abrazos eufóricos en los que me levantas y haces que grite pidiéndote que me bajes ya que sabes perfectamente que odio que lo hagas porque odio estar aun palmo del suelo. Por otro lado están esos momentos en los que me acaricias suavemente con tus manos que rozan totalmente libres de temblor mi rostro, mi mejilla se ruboriza y no puedo evitarlo, el calor de tus manos en mi mejilla es como un chorro de agua fría a 35º en verano, es algo indescriptible, un gesto que me encanta, no puedo evitarlo, y si pudiera, no lo haría. También están los momentos en los que estamos tirados en cualquier parte y haces, pides o obligas a que me ponga en tu pecho, sea lo que sea, no me niego, para que, es un placer, me siento bien ahí, es mi sitio, es dónde quiero estar, sin más. Otro de los momentos que me hacen elevarme son en los que veo tu sonrisa, podría distinguirla entre cien mil millones de personas, es algo impresionante pero a la vez natural, sí, difícil de entender, lo sé, pero a ver, es decir, que por muy fascinante que resulte, lo cierto es que lo que siento por ti es tan sublime, que entiendo a la perfección que pueda distinguirte, que pueda matar por ti, que degolle un millón de cabezas por salvarte, que haga cualquier cosa, y créeme que cuando digo cualquier cosa, digo cualquiera, sin excepción por que tú sigas siendo tú, tal y como eres ahora, sin cambios, tan jodidamente perfecto que verte deslumbra.

Podría seguir describiendo torpemente un sinfín de emociones, pero no creo que sea necesario ya que otros lo podría hacer mejor que yo sintiendo cosas que ni siquiera semejarán a lo que yo siento, así que te digo que tú me haces ser otra persona, me haces ser mejor.

Decir que no sabría que hacer sin ti sería quedarse corto, estaría totalmente perdida en un mundo en el que no tendría sentido vivir, porque sin ti, no quiero absolutamente nada. Tú eres mi pilar, mi razón de existir, mi vida en definitiva. Eres mi razón de despertarme cada mañana, eres lo que ocupa mis pensamientos, mis disgustos y mis alegrías, si tú no estuvieras no tendría nada más que pena. Y para vivir así, preferiría no vivir, con lo cual, te debo la vida, que es todo lo que  tengo en este mundo. Te amo tanto que no lo puedes ni imaginar.

Es mío.

Me encanta tu boca cuando sonríes, cuando dejas entrever cada uno de esos dientes tan perfectamente colocados, que hacen sintonía con esos pómulos sonrosados al oír te amo en un susurro, acompañados de esos ojos tan iluminados forman un increíble y precioso rostro que jamás podría olvidar, jamás dejaré que se aleje de mí, lo siento, he decidido quedármelo.  

Empieza a darme miedo jugar a este juego. Haga lo que haga siempre termino haciéndome daño, y creo que empiezo a cansarme, a veces el miedo puede más que las ganas y la ilusión, y creo que esta será una de esas veces. Esos momentos en los que quieres y no puedes, en los que estás tan asustada que no puedes avanzar y te quedas atascada en ninguna parte. Pero eso no te gusta, no quieres perder el tiempo de esa manera, quién es el miedo para dejarte en ese estado? Luchas por seguir adelante y hacer lo que en realidad deberías de haber hecho hace tiempo, intentarlo, si sale mal, pues, que se le va a hacer? Si no lo intentas nunca sabrás si iba a salir mal o no, y te quedarás con la duda que es el peor de los sentimientos. Así que la decisión está tomada, ahora solo queda llevarla a cabo y, en principio, es una tarea fácil, y si se complica, los retos siempre resultan divertidos!

Si el corazón siempre está buscando, es posible que alguna vez encuentre su hogar? He buscado a ese alguien, pero nunca lo lograré por mi misma. Los sueños no pueden ocupar el lugar de amarte a ti, y debe de haber un millón de razón para que esto suceda así. Me empiezo a dar cuenta de que puedo alcanzar mi mañana. Cuanto tiempo deberé esperar para estar contigo de nuevo? Te diré que te amo de la mejor manera que puedo, te lo aseguro.

Cuando me miras a los ojos y me dices que me amas todo está bien. Cuando estás justo a mi lado y me miras a los ojos puedo vislumbrar el cielo, he encontrado mi paraíso.

Caminos distintos, totalmente diferentes, o quizás perfectamente paralelos… no sé cual es la respuesta correcta, y quizás eso sea lo mejor, dejarlo pasar, olvidarlo, hacer como si nada hubiera sucedido, echar la vista adelante sin recordar nada del pasado, de ESE pasado.

Esa película, la misma que hace unos meses veía a su lado, ahora ya no tiene nada, ya de por sí pésima, ha perdido por el completo su gracia, como puede cambiar tan completamente la forma de verlo todo, hasta una película, la misma, pero tan diferente, es incomprensible, está claro que estando con él hasta lo más estúpido me parecía divertido.

En apenas unos segundos, muchas vidas pueden ser destrozadas...

Un segundo, un segundo es lo único que hace falta para destrozar decenas de vidas.

Suenan los teléfonos, una misma noticia, él está en es hospital, lo han atropellado al salir del coche y tiene dos costillas rotas, todos ríen, mira que es… solo a él se lo ocurre dejarse atropellar en fechas como estas, estamos en San Valentín. Todos bromean y charlan sobre ir a visitarlo sin darle demasiada importancia al golpe, solo son dos costillas, muchas personas se han roto costillas, solo es necesario reposo para curarse.

Uno tras otro van a visitarle, toda la familia y amigos cercanos pasan por esa habitación, no es una ni dos las veces que la enfermera pide que no haya tantas personas en la habitación.

Ahora se encuentran su madre y sus dos cuñados en la habitación, charlan  animadamente, y él bromea con que jamás se comprará ningún regalo a su mujer, que para un año que le compra algo mira como acaba, parecen unas rosas las culpables del accidente. En ese momento suena la puerta, entran las auxiliares de enfermería y piden a los que están dentro que salgan, van a cambiarle las sábanas, ellos salen sin tardar y una vez fuera comentan lo bien que se le ve, seguramente en unos días ya estará en casa jugando con sus dos niños.

Las auxiliares salen y ellos vuelven a acompañarle, tiene mala cara, se  queja constantemente de que le duele el pecho, empieza a respirar con dificultad sus cuñados le dicen que respire por la mascarilla, que esté tranquilo, que pronto se pondrá mejor, pero no funciona, él pide que llamen a la enfermera, realmente está respirando cada vez con más dificultad, su cara muestra la fatiga y la falta de oxigeno. La enfermera llega enseguida, antes de que salgan él le dice a su madre que presiente que algo malo le va a pasar, que por favor si algo pasara, lo entierren en su aldea, el sitio en dónde nació, y a continuación le dice a su cuñada que por favor cuide de sus hijos y de su mujer.

La enfermera les manda salir, ellos salen demasiado preocupados, llegan más enfermeras, la primera sale a buscar a la médica, en cuanto la ve llegar calmadamente  le insiste en que apure, el paciente se está muriendo, y ella solo dice que ante todo tranquilidad, eso llega a los oídos de los que momentos antes estaban dentro como un puñal clavado justo en el corazón.

Se escuchan gritos, se puede distinguir su voz, sus llamadas de socorro, la tranquilidad  no existe en ese momento para ellos, de pronto la enfermera que había ido a buscar a la médica sale de la habitación llorando desconsoladamente, y segundos después salen todas las enfermeras y la médica llevándoselo a él en una camilla, pálido y sin pulso aparente.

A las tres de la madrugada vuelven a sonar las teléfonos, ha muerto, nadie se lo puede creer, como es posible que todo se haya acabado así? Familias completamente rotas, llantos, miles de lágrimas desconsoladas recorren mejillas demasiado húmedas ya. Todos están demasiado confusos, demasiado sobrecogidos, quieren denunciar, ha habido demasiadas negligencias, la persona que lo atropelló se dio a la fuga sin ayudarle siquiera, las auxiliares no deberían haberlo  movido, ya que esa fue la causa de la muerte, las costillas se le clavaron en los pulmones y estos se encharcaron de sangre, lo que provocó la asfixia; los médicos deberían haberle hecho radiografías traseras, ya que tenía 6 costillas rotas, no las 2 que mostraba la primera radiografía; la enfermera no podía pedir tranquilidad cuando él se estaba muriendo; pero todo eso, por mucho que se disculpen que paguen, a él no le devolverá la vida, jamás podrán arreglar lo que hicieron.  

En apenas un segundo todo puede cambiar, esta vez le tocó a él, era inocente, nada de eso le pertenecía, a él no le tocaba morir,  pero ellos lo mataron, ellos hicieron que todo lo que le pasó acabara así y ahora todos sufrimos por su ausencia, algún día la vida será justa, pero ese día el no podrá estar conmigo para disfrutarlo, aún así, yo sé que sigue aquí, sigue cuidándonos, sigue en presencia dentro de nuestros corazones y de ahí nadie jamás lo podrá sacar, hoy es por ti, porque eres el que más se lo merece, aquí nadie te olvidará nunca.

Pasado..

Se enciende el reproductor, suena esa canción, esa canción que meses antes te hacía estremecer, justo esa que te ponía los pelos de punta, esa con la que tanto has llorado, ahora, mientras la escuchas, miles de sensaciones recorren tu cuerpo. Miento. Son mil y una. Pero ninguna es ya lo que era antes, ahora solo son recuerdos, mejores o peores pero recuerdos, sin más, sin llanto, sin lamento, sin tristeza, simplemente recuerdos que el tiempo ha sabido curar.

¿Cómo diablos terminamos así? ¿Por qué no fuimos capaces de ver las señales que se nos escaparon y de intentar cambiar las cosas? Yo no creo que sea demasiado tarde. Nada está mal mientras sepas que algún día, de alguna manera vamos a lograr que todo esté bien, pero no ahora. Sé que te preguntas cuando. Esperaba que, puesto que estamos aquí de todos modos, pudiéramos terminar diciendo las cosas que siempre hemos necesitado decir para poder acabar con las cadenas. Ahora la historia ha terminado así, sólo como una novela de libro en rústica. Vamos a volver a escribir un final adecuado en vez de una película de terror de Hollywood.

Mmm... pues yo no necesito hacerme una raya perfecta en el ojo, echarme tres litros de rimel en las pestañas, ni llenar mis labios de gloss para salir a la calle y arrasar con todo lo que se me ponga por delante. Tampoco necesito llevar unos tacones de 12 centímetros, una ropa que insinúe demasiado o que deje entrever partes de mi cuerpo por el simple hecho de poder llamar la atención de alguien. 
Por ahora, me basta con salir con la cara lavada, unos vaqueros, unas converse y una sudadera calentita! Con eso ya me siento más segura de mi misma que todas vosotras juntas, porque por ahora, tengo claro lo que soy, soy yo, no la persona que los demás quieren que sea.

Mientras nosotros nos divertimos, ellos pierden el tiempo criticando que hacemos el idiota, no me importa, mientras tú sigas aquí, pueden decir lo que quieran, pueden inventar, mentir, calumniar, lo que mejor les parezca en cada momento, no me quitarán las ganas de disfrutar a tu lado, de DISFRUTAR DE TI.