Tú, solo tú consigues sacarme esa sonrisa de idiota, consigues que se me encoja por completo el pecho, que se me acelere el corazón hasta velocidades inconcebibles, que me sea dificultoso respirar. Solo tú consigues hacerme feliz incluso en el peor momento, consigues que a tu lado nada sea lo suficientemente malo como para borrarme la sonrisa de la cara. Consigues que constantemente me pierda en ti, en esa sonrisa totalmente encantadora, es esos labios deliciosos, en esos ojos iluminados, en esa mirada sincera. Tú, tú y tu rostro, marca perfecta de tu identidad. Tú, que eres mi inspiración. Tú eres exclusivamente el culpable de la manera en la que me río sin sentido alguno cuando me sorprendes con cualquier cosa. Sabes? Me encanta que me digas que te hace gracia que me ruborice y me ponga nerviosa a causa de mi vergüenza. Me encanta que algo que me sucede involuntariamente te haga sonreír, aunque sea solo por un momento, aunque después se te olvide, aunque no se te quede grabado en la cabeza como me pasa a mi con cada uno de tus gestos, me encanta que por un segundo seas feliz por mi culpa, me encanta ser la culpable de esa sonrisa que encandilaría a cualquiera, pero que quiero que solo me encandile a mí. Me encantas tú, tú y cada ínfima parte de ti.
#Diferente#
Las páginas (Esas ciertas películas y Pasión por el arte de la fotografía) se irán actualizando así que no dejéis de visitarlas.
Lo siento realmente si el blog os ha decepcionado, pero sea así o no, me gustaría que comentarais vuestra opinión para mejorarlo ♥
sábado, 24 de marzo de 2012
Tú
Tú, solo tú consigues sacarme esa sonrisa de idiota, consigues que se me encoja por completo el pecho, que se me acelere el corazón hasta velocidades inconcebibles, que me sea dificultoso respirar. Solo tú consigues hacerme feliz incluso en el peor momento, consigues que a tu lado nada sea lo suficientemente malo como para borrarme la sonrisa de la cara. Consigues que constantemente me pierda en ti, en esa sonrisa totalmente encantadora, es esos labios deliciosos, en esos ojos iluminados, en esa mirada sincera. Tú, tú y tu rostro, marca perfecta de tu identidad. Tú, que eres mi inspiración. Tú eres exclusivamente el culpable de la manera en la que me río sin sentido alguno cuando me sorprendes con cualquier cosa. Sabes? Me encanta que me digas que te hace gracia que me ruborice y me ponga nerviosa a causa de mi vergüenza. Me encanta que algo que me sucede involuntariamente te haga sonreír, aunque sea solo por un momento, aunque después se te olvide, aunque no se te quede grabado en la cabeza como me pasa a mi con cada uno de tus gestos, me encanta que por un segundo seas feliz por mi culpa, me encanta ser la culpable de esa sonrisa que encandilaría a cualquiera, pero que quiero que solo me encandile a mí. Me encantas tú, tú y cada ínfima parte de ti.
Realmente tengo tantas cosas en mente que quiero decirte y son tan pocas las que me salen, si fueras capaz de entrar en mi cabeza aunque solo fuera un segundo te aseguro que quedarías abrumado, aquí dentro está todo tan enmarañado y descolocado, es un mar de sentimientos y belleza del cual tú eres el único responsable. Veo fotos, nuestras fotos por si te sientes despistado, se me encoje el corazón, casi se me escapa una lágrima, pero no estoy triste, hoy no, estoy muy feliz, estúpidamente feliz, muchos pensarán que no tengo motivos, pero si los tengo, el simple hecho de poder compartir mi vida en el presente, y tener el lujo de poder imaginarme un futuro junto a ti ya es motivo más que suficiente para estar completamente contenta, y lo estoy, y no lo oculto, no lo escondo porque no tengo razones, porque me da igual lo que piensen los demás siempre que tú estés a mi lado. Entre nuestras fotos se encuentran todo tipo de momentos enmarcados, sonrisas, tristeza, rabia y enfados fingidos, felicidad, emoción, pasión y amor que no se pueden ocultar ni aunque destroces la foto en mil pedazos. A tu lado he pasado los mejores momentos de mi vida, tú me haces ser diferente a los demás, me haces ser mejor, me haces ser más yo que nunca, sacas lo mejor de mi misma, lo mejor de nosotros. A tu lado brillo, soy tan pequeña y tú me haces ser tan grande, creo que ese es el motivo de que contra todo el mundo soy fuerte, pero contra ti, soy la persona más débil que existe, y lo intento ocultar, y disimulo porque no me quiero sentir vulnerable, porque el que tú sepas que estoy completamente rendida a ti, que soy exactamente lo que tú quieres que sea me hace ser más débil frente a tus ojos de lo que soy realmente, pero incluso a veces eso se me escapa, me siento tan a gusto contigo, que me resulta imposible concentrarme en ser algo que no soy, en disimular, en ocultar cualquier cosa por pequeña que sea, no puedo, es algo superior a mi, eres tú, simplemente, eres tú y cada parte de ti el culpable de que yo me sienta así en estos momentos, de que yo sea vulnerable a tus estados de ánimo, que si tú estás mal yo lo esté contigo, que si tú estés bien yo sea más feliz que nunca, que no pueda no depender de ti, que no soy yo, que somos los dos, y que no quiero que seas tú sin mi.
Junto a ti me siento tan querida, tan segura, todo es tan perfecto que no quiero que esto acabe nunca, no lo voy a permitir, jamás, lucharé siempre, pase lo que pase, contra lo que sea. Eres absolutamente todo por lo que quiero y debo luchar, eres todo lo que quiero tener siempre. Jamás y cuando digo jamás estoy segura de lo que digo, te alejes de mi lado.
viernes, 9 de marzo de 2012
Una voz demasiado conocida me despierta, sí, es mi madre, piensa que con un diminutivo afectivo hace que el hecho de levantarme sea menos costoso, y la verdad, a veces incluso lo consigue, pero hoy no es uno de esos días, es viernes, tengo la boca seca, la cabeza desplazada a un lugar más bonito en el que me puedo quedar durmiendo todo el día y el estómago revuelto. En fin, es uno de esos días de exámenes en los cuales quieres morirte y revivir cuando hayan acabado, pero por mala suerte no puedo hacer eso, por ahora.
Decido levantarme antes de caer de nuevo en un profundo sueño, me dirijo perdida hacia el armario, hay tanta ropa que jamás me he puesto, tanta ropa que jamás me pondré que no sé que ponerme, elijo unos vaqueros, los únicos que me gustan en realidad, me acuclillo y abro el cajón de las mil y una maravillas, tantos colores de distintas camisetas me ciegan un poco, elijo una, cómoda y que para nada ajustada, me decido a vestirme por fin, cojo una chaqueta de punto que no destaque demasiado con la camiseta que he elegido y me dirijo a la cocina. Olor a colacao, perfecto, signo de que la leche está preparada, mi madre es un cielo preparándome el desayuno pero jamás le pienso dar las gracias. Me siento y empiezo a beber la leche, está tan rica como siempre, es decir, menos buena de lo que estaría en cualquier otro momento, es imposible disfrutar de cualquier comida a esas horas de la mañana. Acabo de engullir el último sorbo que queda en la taza y la llevo al fregadero. Tomo camino desplazándome como una vagabunda al baño, cojo el cepillo sin demasiadas ganas y froto los dientes con unas ganas en aumento, me enjuago la boca y me observo los dientes, me gusta que estén brillantemente limpios. Una vez acabados los dientes llega el gran desafío, mi pelo, no está demasiado mal, simplemente el dormir no le favorece, pero a quién le va a favorecer dormir siendo arrastrado de cama a estas horas? Nada, algo habrá que hacer, cojo el peine con decisión y le doy un par de pasadas, está exactamente igual que antes de tocarlo, solo que ahora en vez de parecer sacada del rey león parece que al león le cortaron un poco el pelo, es decir, está con un poco menos de volumen. Bien, vuelvo a la habitación, introduzco los libros en la mochila, oh dios, no pueden acortar las clases aunque solo sea hoy, mañana y el resto de los días que yo tenga que ir? Pues nada, resignación es lo que toca hoy, recojo un poco la habitación para que parezca que me preocupo algo por su estado y, mierda, la cama, todavía está sin hacer, quedan 7 minutos para salir de casa, y necesito hacer la cama y hacerle algo a mi cabeza, pues nada, empecemos por lo fácil, la cama. Todo fuera, sábana arriba, sábana abajo, manta arriba, manta abajo, edredón arriba, edredón abajo, le echo un vistazo, perfecta. Ahora queda lo difícil, parecer viva. No sé que es exactamente que me da este aspecto de muerta viviente, si los ojos hinchados de haberme despertado hace menos de media hora, la cara pálida, los pelos alborotados, no tengo ni idea de que es lo que funciona mal, pero no tengo ni tiempo ni ganas de pararme a pensarlo asique, me quedo frente al espejo, echo un vistazo de arriba a bajo, veo la hora, y sonrío, para que voy a prepararme, si de todas maneras, yo me conozco en todos mis aspectos, los mejores y los peores, arreglada y recién levantada, lo que piensen los demás, es únicamente problema y decisión suyo!martes, 6 de marzo de 2012
Hoy me encuentro en la oscuridad de mi cuarto, frente al monitor, escucho en una canción tras otra todas las cosas que querría poder decirte en este mismo instante, hasta el mínimo detalle que me gustaría que supiera, son demasiados pensamientos los que recorren mi cabeza, demasiados sentimientos los que conviven en mi cuerpo, no sé si estoy hecha para esto, no sé si estoy hecha para él, pero daría la vida por poder comprobarlo. Ahora mismo lo echo tanto de menos, lo necesito tanto para ser yo, para estar completa, simplemente para poder ser algo más que una masa con corazón que palpita sin ninguna razón en su ausencia.
Soy demasiado injusta con él, es mi vida, la razón de mi existir, puedo ser completamente yo cuando estoy con él, no tengo que fingir, encajamos a la perfección, lo sé, y él lo sabe, pero aún así me desgarro por dentro dándole órdenes que yo misma no cumplo, porque no quiero que cometa mis mismos errores, no quiero verlo caer ni una sola vez aunque yo esté aquí para levantarlo, no quiero que sea menos perfecto de lo que es, no quiero que se desgaste su belleza, sus maneras y sus manías, no quiero perderlo y el solo motivo de pensarme sin él me mata el vida.
Hoy sé tengo la suerte de tenerlo a él, mi sustento en esta vida, el motivo de levantarme cada mañana con las ganas típicas de un día de verano. El vivir cada segundo pendiente del momento en el que pueda verlo por fin, contando cada milésima que resta para poder abrazarlo, sostenerlo entre mis brazos para la eternidad, poder besarlo tanto que se nos desgasten los labios. Me siento tan segura cuando me abraza con esa seguridad propia suya y solamente suya, cuando me pide que me tranquilice, cuando cuida de mí y cuando deja que crea que yo lo cuido a el. Es capaz de hacerme volar, de sacarme una lágrima de felicidad y de hacerme sentir como una niña pequeña con un juguete nuevo, con esa sonrisa típica del momento en el que te dan una bolsita repleta de golosinas. Es totalmente responsable de las vibraciones de mi cuerpo, de los impulso, de la adrenalina, soy irracional a su lado, soy tan pequeña pero me hace sentir tan grande, él es el grande, la persona más grande que he conocido jamás, es él sin temor a nada, sin más, simplemente él y estoy demasiado orgullosa como para expresar con claridad lo que siento al poder estar a su lado, al ser su chica, su princesa, su novia, su amor, su pequeña niña mimosa, su reina, su pequeño saltamontes, su todo, en definitiva, ÉL ES MI TODO. Cualquier cosa que salga de esa boquita de caramelo me alegra el día, es que es tierno hasta cuando se enfada.
Ah, se me olvidaba, nada es tan reconfortante como ver su sonrisa, a cualquier hora, en cualquier momento, es algo totalmente maravilloso, esa sonrisa y esa impaciencia son sus particularidades más perfectas.
domingo, 4 de marzo de 2012
Orgullo, quizás sea la palabra que llevo tatuada. Ese es el motivo por el que cuando siento ganas de vomitar olvido que existo, olvido que puedo hacer cualquier cosa, incluso lo más rastrero que se haya inventado, olvido que mis ojos pueden llenarse de lágrimas, olvido que estoy viva, me olvido de mí y de todo, lo olvido. Trago saliva, respiro, respiro otra vez, y lo hago una vez más, miro hacia arriba, sigo olvidando, como puedo olvidarlo si tengo que estar concentrada en olvidarme de eso. De todas maneras, de algo estoy segura, la segunda palabra que llevo tatuada es tozuda, y esa JAMÁS, será el motivo de una lágrima derramada, jamás, haga lo que haga, nunca llegará a hacerme el daño que yo le puedo causar a ella, ni una milésima parte, porque al contrario que ella, yo soy inteligente y eficaz, puedo acabar con ella con una simple palabra, ella por el contrario necesita utilizar los errores de otros, pequeña, estás acabada.
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