Humanamente humana

Por regla, los humanos necesitamos perder lo que más queremos para darnos cuenta de cuanto nos hace falta, de que no somos nada sin esa persona, de que es lo que siempre estuvimos esperando, que al final encontramos y que no sabemos valorar como se valora al mejor tesoro que existe en el universo.

Soy humana asique, por descontado sobra decir que cometo errores, y lo que es aún peor, no se valorar nada como se merece, le doy demasiado valor a cosas insignificantes y poco valor a lo que tendría que estar adorando como si de un dios se tratase. Es ley de vida, las personas somos estúpidas y yo soy el mayor ejemplo, pero nunca es demasiado tarde (o eso espero) para darme cuenta; para cambiar; para valorar realmente lo que quiero; lo que deseo; lo que me hace ser yo cada mañana; lo que me hace irme a la cama con ganas de despertarme al día siguiente; lo que me hace ser feliz a cada momento y sobre todo lo demás; lo que me hace sentirme querida; lo que me hace sonreír hasta que me duelen las mejillas; lo que me hace seguir adelante a pesar de cada tropiezo, de cada caída. Esa persona, él es el único responsable de que me vuelva idiota porque estoy perdidamente enamorada de la persona que más me ha querido nunca; es el permanente dueño de mis suspiros, de mis miradas, de mis sonrisas, de mis carcajadas, de mis sollozos, de mis quejas, de mí; es el único que me hace volar en menos de un segundo, que hace que llegue a la luna, que me vuelva loca, que grite, patalee y ría; es la única persona que consigue desarmarme antes de que abra la boca, si contra el mundo soy la más fuerte, contra él soy la persona más débil que puede existir; que junto a él gano o pierdo, pero nunca compito.

Puede parecer estúpido, quizás lo sea, pero cuando existe algo más fuerte que tú, más fuerte que cualquier daño físico, más fuerte de lo que te puedas imaginar, algo que puede destrozarte con solo una palabra, algo que te dejaría fuera de combate, entonces es cuando sabes que llegó la hora de aceptar lo que eres, una pieza más, una entre tantas de un juego al que muchos acaban perdiendo, pero, cuando te sabes la partida de memoria, cuando tienes completamente claro que pase lo que pase no te rendirás, no dejarás que nadie te gané, no te dejarás caer, cuando estás completamente segura de que la partida está ganada pero aún así no bajas la guardia porque perder sería demasiado doloroso, entonces es imposible de que no seas tú la que gane.