Estoy feliz, sí estoy completamente feliz, pero entonces, porque tengo que hacer tantos esfuerzos para no derramar una lágrima? Te echo de menos, hace menos de 24 horas desde la última vez que te vi y aquí estoy, sentada frente al ordenador escuchando música no muy animada, para que negarlo, y pensando. No es muy complicado adivinar en qué estoy pensando, tú eres el único que ocupa mis pensamientos desde hace meses, y al contrario de otras cosas, eso no ha cambiado, mientras observo fotos, vídeos, me pregunto que hubiera sido de mí si no te hubiera conocido como te conozco ahora, si todo esto no hubiera pasado, si tú hubieras seguido tu camino y yo el mío. Si ese día no hubiéramos estado juntos, si no hubiéramos sabido que queríamos ser lo que somos ahora, más que todo lo que se pueda denominar. Que sería yo ahora? Una vagabunda del amor? Estaría completamente perdida. No tendría con quién hablar todos los días, no tendría a quién molestar cada vez que tengo un día bromista, no tendría a quién besas cuando necesito cariño, no tendría a quién abrazar en mis días mimosos, no tendría esa sonrisa de entre la que salen esas palabras que hacen estremecer mis piernas, cada “princesa”, no te tendría a ti. Sí, supongo que es eso lo que hace que quiera ponerme a llorar como nunca y no es para menos, el simple hecho de imaginarme sin ti hace que me den ganas de tirarme al vacío y que nadie me encuentre nunca, de volverme loca para siempre, no puedo ni pensarlo. Gracias que te tengo aquí.
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