Ahora solo tengo ganas de soñar, de sonreír hasta la saciedad, de reírme hasta que me duelan las mejillas, hasta que sienta ese dolor punzante en el estómago. Me siento con la fuerza suficiente para comerme el mundo. No estaría mal salir ahora mismo y gritarle al mundo que puedo con todo, que tengo todo lo necesario para ser feliz, y lo voy a aprovechar. Que clase de idiota sería si no lo hiciera, sería absurdo. Una gran carrera no me agotaría ahora, podría correr, y correr, y correr un poco más, y después me sentiría exactamente igual que ahora, fuerte, feliz, sonriente y valiente. Aun que también podría bailar, bailar sola o acompañada, de cualquier forma, podría hacer cualquier cosa excepto arruinar este momento. No, no me permitiré a mi misma ni a nadie arruinar esto. Ni ahora ni nunca.
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