Egoísta. Sí, quizás esa sea la palabra más adecuada. Es normal que las personas piensen en si mismas, es incluso bueno. Pero deja de serlo cuando te olvidas de las demás personas. O peor aún, cuando solo te centras en una y no te das cuenta de que hay personas que te necesitan mucho más que esa, a la que le prestas el 100% de tu atención, incluso olvidándote de ti. Pero eso no es todo, puede llegar a ser peor cuando dependes totalmente de esa persona. Si está mal, todo el mundo se derrumba, si está bien, una sonrisa se dibuja inconscientemente en tu cara.
Y obviamente tus verdaderos amigos están siempre ahí, contigo, apoyándote incondicionalmente. Y tú no haces más que pagar tu mal humor con ellos. Acaso ellos tienen la culpa de algo? Acaso no son ellos realmente la razón por la que deberías de sonreír día a día y ser tú también la que les apoye incondicionalmente. Al parecer tienes que pararte más tiempo a pensar lo que realmente vale la pena y lo que no.
Cometer errores es de humanos. Ninguna persona sabe que es lo que tiene que hacer en todo momento. Nadie nos dio un libro al nacer con las instrucciones de cómo caminar en la vida. Pero en ese camino vas encontrando personas que te van enseñando cómo y por dónde caminar, sólo tienes que saber elegir a las personas adecuadas y el camino correcto. No es fácil, nadie dijo que lo fuera. Pero si alguna vez te equivocas no cometas el error de perder el tiempo en arrepentirte, párate un segundo y piensa de que te sirve hacerlo. Acaso vas a volver atrás en el tiempo y cambiar lo que hiciste mal? No verdad, pues entonces sigue adelante y aprende de los errores que cometiste para no volver a cometerlos en el futuro. Solo piensa en los bueno momentos, en esos maravillosos recuerdos tan insignificantes que te hicieron sonreír, merece la pena.
Simplemente disfruta el presente, olvida el pasado y espera sin prisas al futuro.